Aquí encontrarás videos de Testimonios de matrimonios restaurados, contados por los mismos esposos que enfrentaron la separación, quienes con esfuerzo y compromiso en las manos de Dios salvaron su matrimonio y restauraron la relación sentimental.
¿Nos quieres apoyar?
Recuerda que somos un ministerio independiente,
si deseas ayudarnos con una ofrenda haz clic en el botón:
La ruptura de una relación de pareja es muy común, así mismo lo serían los testimonios de restauración matrimonial que hay después de cada separación matrimonial.
Pero como los testimonios de matrimonios restaurados no son tan escandalosos y visibles, como sí lo son las rupturas, por eso desconocemos la gran probabilidad que toda relación de casados o en Unión libre tiene de volverse a reconciliar.
Los testimonios de parejas restauradas por infidelidad son más complejas por la desconfianza que se genera en los cónyuges, el temor de volver a ser engañados y las sospechas de que aún siguen con la mujer extraña, amenazan constantemente la posibilidad de una nueva ruptura.
En una mayor cantidad de casos de testimonios de reconciliación, el nuevo problema que enfrentaron los enamorados después del adulterio, fue poder volver a confiar en su pareja.
Y en otra notable cantidad fue el problema de perdonar y olvidar las ofensas causadas.
Uno de los testimonios de reconciliación de pareja más impactantes fue el de una pareja casada por la iglesia que a causa de los problemas matrimoniales llegaron a divorciarse. Cabe mencionar que a pesar de haberse casado por la iglesia Católica, no tenían ninguna relación íntima con Dios, aun así se volvieron a reconciliar después de 20 años de divorciados. Lo cual puede ser una gran esperanza para los que están perseverando en su restauración matrimonial de la mano de Dios.
Un matrimonio en donde los cónyuges sostienen su matrimonio sin una verdadera relación con Dios, facilita en gran medida las crisis y problemas de pareja que llevan a su ruptura matrimonial. Pero cuando estos esposos reconocen la necesidad de Dios en su matrimonio y lo ponen como el centro de su hogar, se convierten en otro de los testimonios de hogares restaurados por el poder de Dios.
Existe la mala creencia religiosa de asegurar que una pareja que no se ha casado no podrá ser un testimonio de matrimonio restaurado por Dios, pues no tienen derecho a pedir a Dios su restauración de pareja porque se encuentran en pecado de fornicación y esto es verdad, pero no para asegurar que por esto Dios no pueda hacer de ellos un testimonio de parejas restauradas por Dios
Pero el problema más importante es que si esta pareja de enamorados en unión libre no se organiza como casados en las manos de Dios, la realidad es que se enfrentarán a la ruptura como también les pasa a los matrimonios casados por la iglesia. Porque el chiste no es “casarse delante de Dios” si no PONER EL MATRIMONIO EN LAS MANOS DE DIOS.
Los matrimonios casados por la iglesia Católica, Cristiana o Civil, se destruyen con facilidad cuando no hay relación con Dios. Pues el pacto sagrado del matrimonio nace es en el corazón cuando primero nos casamos con Cristo y fruto de esto es ser el esposo apto para el prójimo. Hasta que la pareja no entienda que ese pacto matrimonial se debe rendir en las manos de Dios todos los días, será común ver su destrucción matrimonial.
Pero como en todos los casos de testimonios cristianos de matrimonios restaurados, cuando se soluciona la distancia de Dios, el Señor obra de maneras milagrosas en el matrimonio.
Son muchos los testimonios de parejas en unión libre que viven sin casarse en concubinato, o se han casado por el civil o la iglesia, que se han separado más de 3 veces y han vuelto. Es muy normal que una relación amorosa tenga crisis matrimoniales que los lleve a mejor separarse, pero así mismo se reconcilian y regresan a vivir juntos.
Es importante aclarar que es falso el mito de que una pareja separada sin hijos sea más difícil de restaurar. La realidad es que el amor de los conyuges debe ser la razón más importante para volver a estar juntos después de una ruptura amorosa. No es correcto que la razón de una pareja para mantenerse unida sean los hijos.