Era necesario hablar primero de cómo podíamos perder el control o de lo que podemos controlar en nuestros pensamientos.
Pero en el problema también debemos tener en cuenta que el enemigo ha tomado autoridad en nuestras áreas vitales, ese control se lo damos a través de la desobediencia.
Hay gente que asegura que el “diablo es poderoso”. Esto es falso, El diablo obtiene poder de su desobediencia y se debilita cuando nosotros resistimos a la tentación en las fuerzas de Cristo, la palabra dice que él huirá de nosotros.
( Santiago 4:7-9) sométanse a Dios, resistan al diablo y el huira de ustedes
Las tentaciones tienen características interesantes de analizar en la obra que Dios hace en nosotros. Cuando nosotros estamos comprometidos con el Señor, las tentaciones van perdiendo poder sobre nosotros, siguen ahí pero se hacen tan pequeñas que ya no somos fáciles de caer en ellas. Pero Dios no las quita para que también estas nos sirvan de termómetro, y podamos medir que tan fríos estamos con el Señor. Entre más tentado me siento de caer, al revisar mi intimidad con Dios, puedo ver que se volvió mínima, conformista o ya no la tengo.
La fuerza que ejercen las tentaciones sobre mí me ayudan a revisar que pasé de una relación con Dios a un rito o costumbre.
Recuerdo un testimonio de un hombre que era adicto a las drogas, todos los días necesitaba drogarse varias veces en el día, y cuando se drogaba se sentía mal porque sabía que no estaba bien al hacerlo y que destruía a su esposa e hijas con su actitud. El empezó a sentir que cuando fumaba marihuana, la desesperación era tan fuerte, que salía corriendo a su casa a tomar la biblia y ponerse a leerla aun cuando los síntomas de la droga no le facilitaban entenderla. Pero insistía en hacer esto cada vez que consumía. Un día se enfermó de una gripe que lo mantuvo 3 días seguidos en casa, no podía ni ponerse de pie. Al cuarto día notó que se sentía mejor y que al poder estar 3 días sin drogarse aprovechó el impulso para seguir fortaleciéndose en la biblia y no salir más a drogarse. Aquí hay clave, si cada vez que sentimos la tentación nos movemos rápido a pegarnos de Dios, la tentación no nos gobierna.
Aprenda:
La mayor tentación con la que luchamos todos, es con la de alejarnos del Señor, esta es esa que nos produce sueño al leer la palabra, pereza para orar y que para ir a la iglesia nos aprovechamos de la excusa por boba que sea para faltar.
Esto de orar, leer la biblia ponernos a adorar es la estrategia que también funciona cuando usted deja que el “disco de los malos recuerdos” empiece sonar. No permita que sus pensamientos le tomen la delantera, póngase inmediatamente en contacto con el Señor. Y si terminando de orar usted siente que no funciona, entonces es porque le falta orar más, y hágalo tantas veces como le toque hasta que su mente entienda que ese “disco de los malos recuerdos” no va más.
Ponernos a gritar, hablar groseros, expresarnos con malas palabras, reclamar con ira, pensar cosas que
mal del otro, deseos sexuales inmorales, pornografía, revisar el celular y las redes sociales, etc.
¿Usted siente que hay cosas que no puede soltar? Entre usted más se llene de Dios, más se va a llenar del poder sobrenatural de Dios, el cual es tan grande que le lleva a soltar lo que sea.
Recuerde:
“Si con la tentación viene la oración, usted encuentra la liberación”
En nuestros procesos mentales hay 3 influenciadores que deberíamos poder identificar con claridad para distinguir cuáles ideas son nuestras y cuáles son de Dios o del enemigo.
La primera dificultad que todos enfrentamos al no tener una intimidad con Dios es que no conocemos su voz, no la logramos distinguir, y para sumar al problema como no hemos estudiado la palabra, no la meditamos, esto hace más confuso discernir de quién son los pensamientos.
A continuación le recomendamos ver el siguiente vídeo, que enfatiza en la infidelidad desde el área sexual. Pero véalo identificando que antes de la infidelidad sexual, ya había infidelidad en otros aspectos de la relación.
En otras palabras, la infidelidad empieza en las dinámicas de pareja y se concluye con el adulterio.
La tentación a ser traicionar la confianza de nuestra pareja es la mayor amenaza contra la relación. Pero no es la infidelidad sexual la única razón más difícil de perdonar.
Recuerde que lo importante no es avanzar rápido, ya hemos tenido personas que se ven todo el material en 2 días, pero no retienen nada. Esto solo sirve si usted medita y hace su lista personal de cosas por cambiar.