2. Ruptura de Pareja

Incluye relaciones de enamorados que estén
casados en un matrimonio católico, cristiano, civil o de unión libre.

¿Dónde Empieza la Ruptura de Pareja?

Reproducir video acerca de restauración matrimonial

Muy bien!, ha terminado este paso

Vuelve al menú de Restauración
para realizar el siguiente punto

¿Nos quieres apoyar?

Recuerda que somos un ministerio independiente,

si deseas ayudarnos con una ofrenda haz clic en el botón:

Publicidad

Tome un descanso

Recuerde que lo importante no es avanzar rápido, ya hemos tenido personas que se ven todo el material en 2 días, pero no retienen nada. Esto solo sirve si usted medita y hace su lista personal de cosas por cambiar.

La siguiente lectura es opcional, ya todo esta dicho en los videos.

¿Por qué llegamos a la ruptura de pareja?

El matrimonio se destruye cuando lo convivimos fuera de las manos de Dios, porque este es SU DISEÑO ORIGINAL…

 

“Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.” (Genesis 2:18)

El matrimonio no es un invento de la humanidad. Generalmente, los hombres no se quieren casar y hacerse cargo de una sola mujer, y a veces las mujeres tampoco desean enfrentar este compromiso.

 

Entonces cuando vivimos un matrimonio fuera de las manos de Dios en desobediencia, aumenta la posibilidad de que llegue el día en el que tengamos que enfrentar su ruptura. Por esto no importa si el matrimonio es católico, cristiano, civil, puede tener el mismo desenlace si Dios no hace parte real de la relación.

El verdadero PACTO del matrimonio debe INICIAR en los corazones al tener una estrecha relación con Dios.

Estos cónyuges debieron PRIMERO caminar con Cristo en sus corazones, aprendiendo a ser esposos de Cristo, siguiendo la guía del Espíritu Santo, amando a Dios sobre todas las cosas y amando a su prójimo como a si mismos. Luego, juntos como pareja, buscar la voluntad de Dios para conocer si el uno era la ayuda idónea para el otro.

Después como casados, enfocarse en incluir a Dios en su relación y en todas las dimensiones que la componen, aprendiendo de Cristo el amor que respeta, perdona y todo lo puede, y enfrentando juntos de SU mano todos los problemas matrimoniales que comúnmente toda pareja enfrenta.

Esta relación intima individual y como pareja con Cristo, se alimenta y se refleja a través del tiempo de oración, alabanza, lectura y meditación de Su Palabra. Y con todo esto se pone todos los días el matrimonio en las manos de Dios, para que Él nos guíe y nos fortalezca.

"Tu relación con Dios se refleja en tu relación de pareja"

La ruptura de pareja es el FRUTO de un matrimonio lejos de las manos de Dios. Al no tenerlo a Él como el centro de la relación, es inevitable que se caiga en la idolatría de si mismo, del cónyuge, o de otro aspecto que se vuelve un ídolo en nuestras vidas. Con esto, van aumentando los desacuerdos y problemas matrimoniales que llevan a la separación y divorcio.

Esto inevitablemente tiene consecuencias y empieza a dar esos frutos amargos de una relación que no es la que soñábamos, y que puede resultar en infidelidad, maltrato, separación, etc.

En relación a lo anterior, es común que reclamemos fidelidad a nuestro cónyuge, pero resulta que esa misma fidelidad no se la dimos a Dios, dejando que otra persona o cosa ocupe Su lugar, y lo más triste es que sin Su ayuda no seremos fieles del todo tampoco.

Adicionalmente, con urgencia buscamos ayuda en tiempos dónde el amor anda escaso o ya nuestra pareja lo está recibiendo de otra persona, encontrando entonces la excusa perfecta para la mas horrible ruptura de pareja: la que se convierte en divorcio. 

En nuestro sufrimiento ya queremos buscar a Dios, cometiendo nuestro SEGUNDO error:

Buscar a Dios SOLO POR UN MILAGRO, el favor de que salve el matrimonio

Empezamos a buscar “comprar” ese favor de Dios con oraciones, ayunos, rezos y sacrificios que no están en la Biblia. Le pedimos milagros a los santos y ángeles, recorremos las redes sociales contando a todo mundo el mal que nos han hecho, haciendo “maratón de rodillas prestadas por matrimonio ajeno”.

Podemos incluso terminar acudiendo a brujería o a libros de todo tipo, pues todo mundo quiere vendernos una oportunidad que solo la puede dar Dios.

Ahora sí aceptamos ir a la iglesia que sea, no importa en lo que esta crea. Queremos ganar la amistad del pastor, del líder y de las hermanitas de intercesión, pues solo necesitamos su consuelo y oración. Creemos que entre más personas sepan nuestro problema matrimonial más rápida y milagrosa va ser la respuesta. 

La idea es lograr reunir mucha gente que ore para DOBLEGAR a Dios a nuestra voluntad.

Con esto se cumple el versículo de Santiago 4:3 que indica: "Piden y no reciben porque no saben pedir"...

Todos estos RITOS, en vez de agradar a Dios, solo nos mantienen dando vueltas en el desierto, llenándonos de más tristeza, frustración y desesperanza. Empezamos a hacer berrinches y pataletas diciendo: “¡ya quiero tirar la toalla!”, “¡Dios no me escucha!” o “¡Dios no quiere la restauración de mi matrimonio!”.

Pero, ¿Por qué entre más "buscamos de Dios" nos sentimos peor o sentimos que las cosas parecen ser cada vez más imposibles?

Esto ocurre porque pensamos que le podemos comprar un milagro a Dios o torcer Su brazo con oraciones,  haciendo cosas o rezos que no están en la Biblia.

Dios quiere de ti lo que Él necesita para ayudarte, no simplemente lo que tú quieras darle a medias.

 

El Señor busca gente fiel, que rinda su corazón, que se arrepienta y que demuestre fidelidad caminando en obediencia a Cristo.

Publicidad

ruptura de pareja

Dios quiere restaurar los matrimonios,
pero primero necesita restaurar a las personas.

Veamos el matrimonio como un edificio de 3 pisos…

Queremos que Dios arregle el último piso, cuando los de abajo están mal parados, torcidos, chuecos y débiles, de modo que seguramente dejarán caer el tercero.

Primer Restauración: Dios necesita empezarla en ti.

Él quiere darnos esa nueva oportunidad de restaurar el matrimonio, pero para que edifiquemos sobre la roca, no sobre la arena como fue al principio para que no se desperdicie esa oportunidad.

Pero aquí viene el siguiente problema:

Recibimos esa nueva oportunidad, y como no nos hemos fidelizado, es decir, no hemos entregado nuestra vida y corazón a Dios… (Solo estábamos por el milagro, el favor)…Tomamos y nos apartamos de nuevo confiados de que ahora en nuestras fuerzas el matrimonio va a ser perfecto, y se lo quitamos de las manos a Dios, creyendo que sin Dios está vez lo lograremos (tal vez pensando que ya obtuvimos lo suficiente de Dios).

Cómo hacerle fácil a satanás volver a romper la relación:

En ese espacio que se crea entre usted y Dios es donde cabe satanás y de nuevo se roba todo lo que Dios le dió. Y así nos volvemos a encontrar en el principio, más derrotados y con menos posibilidad de arreglar todo.

ENTIENDA:

Dios puede dar una nueva oportunidad, pero Él no es responsable de que la desperdiciemos.

Así que para su bien, no le servirá de nada tocar todas las puertas que encuentre a ver quién le resuelve este asunto, agregándose a grupos de oración y ocupando tiempo valioso de líderes y pastores. No necesita gastar plata en libros, terapeutas, o brujos.

Porque el problema no es qué tan buen consejero o terapeuta consigas, el problema está dentro de ti y ahí no van a llegar las palabras de los humanos.

Esto solo acaba cuando usted entiende que no debe volver a edificar sobre la arena, si no cuando decida ir a la ROCA tomando su Cruz y siguiendo a Cristo, viniendo arrepentido y orando por:

La VOLUNTAD perfecta y agradable de Dios, con todos sus pensamientos llenos de bien para nuestras vidas.
Lea estos pasajes y vea que es verdad: Romanos 12:2 y Jeremías 29:11.

Por favor véase la serie Resistiendo la separación, la cual encuentra aquí abajo.

Vuelve al menú de Restauración
para realizar el siguiente punto

Publicidad

Alguien puede estar necesitando ayuda

Y puedes ayudarlo compartiendo

Nuestras redes