Influenciadores de la mente

Nuestra mente podría ser influenciada por:

1. El enemigo
2. Dios

Nosotros a veces nos sentimos muy confiados de lo que pensamos y sentimos, pero en la palabra puntualmente Dios nos dice:

Así dice el Señor: Maldito el hombre que en el hombre confía…

Jeremías 17:5

No solo se refiere a poner la confianza en otros, sino también en nosotros mismos

Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿Quién lo comprenderá?

Jeremías 17:9

Esta seguridad en nosotros evidentemente no engaña a Dios que es el que pesa los corazones, Por eso cuando ya nos sentimos preparados, Él sabe si en verdad lo estamos.

Es evidente que a nosotros nos complican la vida nuestras emociones, en los estados más alterados gritamos con todo pulmón toda clase de maldiciones y declaramos cosas nefastas. Cosas que podrían excusarse como un simple “destello de ira”, pero revelan que:

Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre.

Mateo 15:18

Así que, al ser los administradores de nuestra mente nos revela que tenemos serias fallas de seguridad en el sistema. Estas fallas son las que le permiten la entrada al segundo administrador el enemigo.

El enemigo lleva tiempo estudiando nuestros comportamientos, él no puede leer nuestra mente, pero nuestra desobediencia nos hace fáciles de predecir. Y el enemigo anda haciéndonos cosquillas para ver en donde somos menos resistentes, y es por ahí por donde entrará. Y a través de esa puerta el plantará pensamientos equivocados que se volverán nuestra verdad absoluta, y esto se convierte en una <acción automática>.

Nuestra mente es como una torre de control aérea que permite el aterrizaje de los principios de Dios, o las mentiras del enemigo.

El enemigo infiltra sus mentiras siempre con la misma estrategia que engañó a Eva, “90% de verdad y 10% de mentira” hace tan sutil en donde esta lo malo que nos convence de lo que aparentemente es bueno, casi siempre dándonos la razón que justifican nuestros impulsos para sentirnos seguros de que hacemos lo bueno. Y cuando esta mentira se vuelve nuestra verdad lo repetimos tantas veces hasta que se vuelve una <acción automática>.

Esto que les estamos hablando es súper clave para empezar a detectar cuáles son esas negativas que se ejecutan sin excepción porque “así somos”.

Podremos revisar algunas que se encuentran muy común en muchos de nosotros.

Por ejemplo:

Cuando tenemos un imprevisto, algo que se salió de las manos y nos toca proceder de manera inmediata, urgente no hay tiempo… 

¿Por qué NO? Primero empezamos por orar para ponernos en contacto con Dios, él sabía que esto vendría y nos puede dar una estrategia para lidiar con esto. Y seguro que por muy sordos espirituales que seamos, nos puede dar mayor paciencia para enfrentarlo o nos puede ayudar a ver una solución más rápido de lo que nosotros por estar enfocados en el problema no la íbamos a ver.

La idea implantada en nuestra mente nos dice que se puede ser más rápido y efectivo en el plano terrenal, que ponerse a esperar algo milagroso que suceda en el plano espiritual.

Es verdad que no todo se soluciona con milagros, y también verdad que nosotros debemos ser diligentes, hacer nuestra parte, pero pensar que una oración solo nos demoraría más que nuestras acciones, ¿De dónde viene esta mentira?

Hay un dicho que dice “En el afán empieza orando para ahorrar tiempo”… Pero en el afán de tomar una decisión, es posible que tomemos una mala y solo hayamos ahorrado tiempo pero para lamentar. 

Los celos pueden ser otra exposición de las ideas sin pruebas que permitimos tomen control de nuestra situación, le recomendamos el siguiente vídeo.